Tribu de Benjamín: Don de la Prudencia

(Nacidos en: ...1903, 1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011, 2023...).


Ocupa el Duodécimo Lugar en importancia y privilegios, y el Sexto Lugar en el Grupo de Oposición y Reemplazo.

El Don de la Prudencia es el último repartido por la Humanidad. Es el que cierra la formación de las Tribus. Pero no por eso son personas inferiores, ni de menor importancia que las personas de las Tribus anteriores.

Las personas poseedoras de este Don deberán esforzarse por poner un poco de mesura en el corazón de los Seres Humanos y así mejorar la vida de la Humanidad.

La Prudencia era el último Don que podría crear la Mente Común, en caso de que ninguno de los anteriores funcionaran. Por eso, la importancia de este Don es muy grande, por lo difícil de su tarea.

Para realizar este trabajo cuentan con una cualidad muy notoria: no les atrae ser líderes. Son personas que podrían ocupar puestos de importancia, siempre que haya alguien más arriba que se haga cargo de todo, en los casos difíciles.

Esta cualidad de estar con todos, pero nunca sobre los demás es muy importante, pues a estas personas se les encomendó poner mesura entre las personas o grupos antagónicos.

Se les encargó ser mediadores.

En el corazón del hombre había odio y desprecio por el mismo hombre. Por lo tanto, el hombre era un peligro para el mismo hombre.

Y aún con la sobreabundancia de información negativa, la Mente Común sospechaba que la Negatividad es peligrosa hasta para los negativos.

Entonces, la Prudencia se convirtió en un Don muy importante, con el cual se podría por lo menos controlar en parte lo negativo.

El día que lleguemos a amarnos los unos a los otros como Dios nos ama, esta distribución de Dones no la necesitaremos, porque el Ser Humano ya no será enemigo del Ser Humano.

Por eso, es necesario que todos los Seres Humanos tomemos conciencia de que debemos amarnos los unos a los otros para superar la peligrosa etapa del Egoísmo en que estamos estacionados.

El Don de la Prudencia tiene una marcada orden de acercamiento a los Seres Humanos, pero no la sabe aprovechar.


MISIÓN

La Misión del Don de la Prudencia es servir a toda la Humanidad, no sólo a un sector de ella. Todos los Dones tienen como Misión servir a la Humanidad.

Servir a la Humanidad, invitando a todos los Seres Humanos a tener moderación, mesura y discreción en el trato cotidiano, es la Misión del Don de la Prudencia.

Deben ser algo así como árbitros dentro de la Familia Humana, para evitar la destrucción de ella por causa de los innumerables problemas creados por las Tribus anteriores que no cumplan su Misión.

Al no cumplir con su Misión, los Seres Humanos crearon los Antidones, y los Antidones crearon los problemas en las relaciones humanas.

Las personas del Don de la Prudencia deben evitar que la Familia Humana se destruya en una crisis de violencia colectiva.

Aparentemente su Misión es muy sencilla, pero si tomamos en cuenta los diferentes Antidones de todas las Tribus, nos daremos cuenta que su Misión es muy difícil.


FUNCIÓN

En un mundo donde el Egoísmo es el que manda, es tarea muy difícil poner prudencia. Esta tarea no la puede hacer cualquiera, ni tampoco se puede hacer de cualquier manera.

La Mente Común les entregó esta tarea a las personas de la Tribu del Don de la Prudencia, pero no les enseñó cómo hacerlo. Por lo tanto, hasta hoy no han podido cumplir con su Misión ni con todas sus funciones.

Tampoco los miembros de las otras Tribus han podido realizar sus tareas, porque no sabían cómo hacerlo.

Las tareas de la Tribu del Don de la Prudencia son:
1) Exigirse a sí mismos para dejar la comodidad y realizar su Misión de ayudar a la Humanidad con mayor fuerza.

2) Motivar a las personas de la Tribu del Don de la Libertad a realizar su Misión.

3) Exigir a la Tribu del Don de la Autoridad realizar la tarea que les corresponde, porque ellos también están capacitados para hacerlo.

4) Reemplazar a la Tribu del Don de la Autoridad, en caso de que éste, a pesar de todo el esfuerzo realizado para motivarlo, no se decida a servir a la Humanidad.

EL ANTIDON: ¡LA IMPRUDENCIA!

La Prudencia fue el último Don creado por la Mente Común, porque después del incumplimiento de sus Misiones por parte de las Tribus anteriores, los Antidones han seguido guiando la conducta de los hombres.

Lo más importante era entonces poner personas con el Don de la Prudencia. Sin embargo, por no amar, los Seres Humanos no tienen la fuerza para movilizar su Don y los nacidos con el Don de la Prudencia también, por causa del egoísmo, crearon un Antidon.

Las personas de la Tribu del Don de la Prudencia tienen como Antidon la IMPRUDENCIA.

En la juventud el Antidon se expresa, generalmente, realizando cosas que los perjudican. Estas personas muchas veces sorprenden a los demás con sus imprudencias. Es muy fácil confundirlos con las personas temerarias.

Hay imprudentes de varios tipos. Las que vemos generalmente, son imprudencias que los perjudican a ellos mismos como lanzarse a un río, porque les gusta sentir el agua y no les importa si el río es peligroso. O, dormir solos en una montaña en condiciones adversas.

Donde tienen más problemas es con las demás personas. Frecuentemente son tomados como personas agresivas. En realidad son desatinados en sus comentarios, pero no tienen intención de agredir, por lo menos cuando jóvenes. Con los años se pueden corromper.

Pueden hacerle comentarios desagradables a alguna persona sobre su forma de vestir, sin intención de herirla, pero la hieren. Y así como este ejemplo, pueden cometer otras faltas de tacto.

Lo que es difícil de detectar es su contaminación con las personas de la Tribu del Don de la Autoridad. Esta contaminación es provocada por el incumplimiento de parte del Don de la Prudencia de su obligación de motivar a las personas del Don de la Autoridad a servir a la Humanidad.

Al no hacer su trabajo de Oposición y Reemplazo frente al Don de la Autoridad, se contagia con el Antidon del Sometimiento.

Resumiendo, el Antidon de la Imprudencia se puede expresar de las siguientes maneras:
1) Cometiendo actos de imprudencia que pueden afectarlos personalmente.

2) Hiriendo a otras personas con sus palabras desatinadas y a veces con sus actitudes.

3) Acusando a otros de imprudentes, sin ver su propia imprudencia.

4) Cuando son contaminados por el Antidon del Sometimiento.

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